San Nicolás de los Garza Nuevo León, a 17 de Julio de 2013
Universidad Alfonso Reyes
Licenciatura en Formación Infantil
Materia:
Desarrollo Infantil
Tema:
Desarrollo lingüístico infantil
Maestra: Lic. Karla Cruz
Rodríguez
Nombre: Blanca Esthela
Padilla Benavides
Turno: Nocturno
Grado: Tercero
Matricula: F3488
INDICE
Introducción…………………………………………………………….3
¿Innato o
adquirido?…………………………………………………..4
El lenguaje y los
primeros 4 años de vida…………………………..4
Lectura y métodos
de estimulación del habla………………………5
Conclusión…………………..…………………………………………..6
INTRODUCCION
El lenguaje
sigue siendo un misterio para los lingüistas hoy en día. Cómo aprendemos
nuestra lengua materna? ¿Qué pasa cuando el niño crece entre dos o más idiomas?
Cómo debemos hablar con los niños para asegurarnos de que comprendan todo lo
que se les dice? Aunque son muchas las teorías que se tienen sobre el
desarrollo lingüístico y aun queda mucho por explorar en este campo mucho se ha
descubierto hasta ahora en cuanto a la adquisición de la primera, segunda o “n”
lenguas y cómo se debería tratar al infante para maximizar su desempeño y eso
es mediante la imitación de esos con quienes convive regularmente.
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-Escuela- Monterrey
¿Innato
o adquirido?
El lenguaje es
una característica con la que nacemos o se inculca al nacer? Este es uno de los
temas que más teorías tienen y probablemente algo que nunca se sabrá con
exactitud. Una de las teorías nos dice que al nacer contamos con la habilidad
de comprender y producir el lenguaje en cuanto los órganos bucales estén
suficientemente maduros. El niño ha estado “en contacto” con el idioma mientras
estuvo en el vientre materno y mediante esa estimulación él aprendió a
reconocer sonidos y posteriormente eso le facilitará el entendimiento de las
reglas gramaticales. Se puede pensar en esta habilidad en el lenguaje como un
sistema en el cerebro que está “ya programado”. Es por esto que al enseñar un
segundo idioma a los niños en los primeros cuatro años de vida (más que nada en
casa y no por estudio), por tener padres de diferentes nacionalidades o estar
estudiando en un país con idioma distinto al que los padres hablan en casa el
niño puede desarrollar ambos sistemas lingüísticos y perfeccionar ambos.
Otra teoría es
la que nos habla de la adquisición mediante la imitación. El niño imitará
sonidos, palabras, modismos, gestos, pragmática, etc. de su familia para así
hacerse comprender por su audiencia. Esta teoría está relacionada con el caso
del pequeño criado en la selva por lobos o del caso de “Víctor” el niño francés
encontrado en el bosque quien no pudo adquirir jamás un léxico enteramente
correcto pues los primeros años de vida se ha probado son cruciales para el
desarrollo lingüístico de la persona y si esta no lo practica a esa edad, se
verá afectada su habla de por vida.
Aunque ambas
teorías son distintas y que existen muchas otras, se puede apreciar un factor
en común, ya sea que el niño nazca con la habilidad de “hablar” un idioma o que
lo aprenda, es sumamente importante que en los primeros 4 años de vida, al niño
se le hable con un léxico correcto y no con el famoso “lenguaje infantil”
producido por los padres.
El lenguaje y los primeros 4 años
de vida
En los
primeros cuatro años a seis años de vida el niño desarrollará y madurará las
estructuras lingüísticas que se quedarán con él toda su vida. Podemos notar que
en el primer año de vida, el niño descubre que puede emitir sonidos y
posteriormente se dará cuenta que esos sonidos que emite producirán un efecto
en las personas que lo escuchan. Para esto es sumamente importante que se
incite al niño a utilizar palabras para expresar su deseo y no sólo gritos. La
etapa de los sonidos durará hasta que el niño tenga suficiente vocabulario o al
menos el necesario para nombrar lo que quiere y se vea obligado a utilizarlo
para poder tener la atención de quienes lo escuchan. Se puede comenzar diciendo
onomatopeyas para ayudar al niño a hacer conexiones entre objetos/animales y
palabras, más se les tiene que decir la palabra seguido de eso.
No debemos
olvidar que aunque no hablen, los niños han tenido “contacto” con el lenguaje
desde antes de nacer, por esto se dice que entienden muchísimo más de lo que
hablan, por esta razón, los padres no deben hablar incorrectamente o
infantilmente por querer ayudarles a “entender”. El decirles “teta” o hacer
sonidos con la boca para preguntarles si quieren comer, aun sabiendo que ya
saben pronunciar “papa” o alguna otra palabra simple es atrasar o detener su
proceso de aprendizaje. A los 3 y cuatro años, los niños pueden sostener una
conversación con un poco más de sentido y paran por la edad del “por qué” que
los ayudará a hacer conexiones, ampliar su léxico y socializar mejor; aquí
debemos aprovechar para hacer reflexión sobre lo que queremos que observen
nuestros hijos y es importante despejarles cualquier duda que ellos puedan
tener y también ser coherentes con lo que se les pide a los pequeños, pues el
adulto debe leer junto con el niño para que no tenga problemas al hablar en
público.
Lectura y métodos de estimulación
del habla
¿Qué hacer
para asegurarnos de maximizar el desarrollo del habla de los hijos? Existen
muchos métodos y actividades que ayudarán al niño a incrementar su léxico y
comprensión del lenguaje pero todos se pueden resumir en una cosa, convivencia
con la familia. A esta edad, la familia es con la que más confianza tienen los
niños y con quienes se sienten seguros de compartir lo que les ha ocurrido en
el día, sus preguntas, etc., y esto se debe aprovechar. Especialmente a partir
de los cuatro años de edad, se recomienda a los padres que establezcan un
hábito en el que por ejemplo a cierta hora del día se hable de lo que pasó en
el colegio. El pedirle a los niños que describan su día en el colegio, qué
aprendieron, a qué jugaron, etc. ayudará a repasar lo aprendido en clase y el
niño podrá conectar ideas, oraciones y crear un tipo de narración que corregirá
su gramática sin sentirse intimidado como lo pudiera estar en un salón de clases
o frente a su maestra.
Otro método
muy útil para eliminar las palabras “infantiles” es mediante el uso de láminas
con fotografías. Se pueden crear juegos de memoria, de velocidad, o de
narración para hablar sobre por ejemplo un perro y no el guaguau. El niño
aprende la palabra correcta y ahora le corresponde al padre no hacer caso a los
gritos o a las palabras incorrectas para que este se vea forzado a utilizar una
oración apropiada para expresar su deseo.
Muy de la mano
del desarrollo del lenguaje está la alfabetización temprana y es muy bien
sabido que esta aportará las armas necesarias para que el niño sobresalga en
comunicación y abra la mente a nuevas ideas e imaginación. El contacto con
libros apropiados a su edad les dará sin lugar a dudas la adquisición de un
vocabulario mucho más amplio que aquellos que no han sido expuestos a la
lectura. El niño por imitar el vocabulario de su libro favorito tratará de
utilizar palabras no cotidianas, hablar en oraciones completas, mayor habilidad
de descripción en su conversación, etc. Este nuevo vocabulario le permitirá al
niño en el futuro hacer conexiones lingüísticas o tratar de adivinar el
significado de alguna palabra desconocida basándose tal vez en el final o
principio de la palabra o en el contexto en el que se está utilizando.
Es común ver
que los padres cuando los niños son muy pequeños traten de adivinar lo que
desean los niños señalando los objetos pero si es importante que no lo hagan
siempre ya que el niño estará más cómodo y tardará más tiempo en hablar, o
también puede suceder que si no le prestamos atención al niño hará berrinches
hasta que los padres cumplan su capricho y éstos últimos complacerán con tal de
no escuchar llorar a su hijo; deben tener presente los adultos que si los
complacen, los niños habrán tomado la medida y lo seguirán haciendo.
También nos
hemos topado con personas que tienen niños de más de dos años y aún no le
quitan el chupón; el niño no desarrolla el habla ya que siempre trae el chupón
y solamente con señas es como se comunica, además de tener problemas dentales
el niño al no mover la lengua no aprenderá a hablar correctamente ni
pronunciará bien las palabras, sobre todo aquellas que tengan doble “r”, esto
puede ocasionar problemas graves debido a que el niño al socializar con los
demás compañeros podrá ser blanco de burlas o el mismo note la diferencia y
tenga que acudir a terapias que le sirvan como apoyo verbal y mental.
Si lo que
queremos para nuestros hijos es que no pasen por momentos desagradables donde
los molesten en la escuela o donde ellos se sientan incómodos, debemos estar
más al pendiente de ellos tener comunicación con ellos para que tengan
confianza para comentar cualquier inquietud que tengan y poco a poco lograr que
vaya cambiando la sociedad que tenemos que ir acoplando sin ningún problema.
Conclusión
Aunque no se
sepa a ciencia cierta cómo es que funciona el aprendizaje de nuestra lengua
materna, se sabe que la imitación de esta en los primeros años de vida es uno
de los factores más importantes. El niño aprenderá a hablar por que tiene
contacto con el idioma no sólo en casa si no en todo lo que lo rodea, más es
imprescindible que los padres (tutores) den como ejemplo el uso de un léxico
correcto y apropiado para que ellos imiten. Su sistema lingüístico está en
desarrollo y las estructuras que comprenderán del idioma como “naturales”
y modismos son parte de ese desarrollo.
Comprenden más de lo que hablan y en lugar de hablar con ellos como si
habláramos con alguien inferior, se debe elevar al niño y hacer que se esfuerce
por comprender lo que se le pide. Cada día se descubren nuevos métodos para
maximizar el rendimiento del niño más sigue siendo el convivio con la familia y
la lectura los métodos que más influyen en este proceso y que como sociedad no
deberíamos olvidar implementar para beneficiar a las futuras generaciones.
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