San Nicolás de
los Garza Nuevo León 08/10/2013
UNIVERSIDAD ALFONSO
REYES
LICENCIATURA EN
FORMACION INFANTIL
Materia: Estimulación Temprana
Maestra: Lic. Karina Valencia
Estimulación de
comunicación y lenguaje
Nombre:
Blanca Esthela Padilla Benavides
Matricula:
F3488
Grado:
4° Tetramestre
Turno:
Nocturno
Introducción
Todas las personas necesitamos de cierta motivación y estímulos para
lograr los objetivos que nos propongamos, más aun los bebés, que al nacer ellos
enfrentan cada día nuevas experiencias que les permitirán tener un buen
desarrollo físico y mental.
De
modo que como ellos no saben lo que les hace bien o no, son los adultos lo que
cargan con la responsabilidad de que el niño tenga las atenciones necesarias
para su desarrollo, específicamente los padres.
Hoy
en día las mujeres embarazadas a partir del quinto mes de su embarazo, pueden
tener clases de yoga para que les ayude con la respiración, el estiramiento, la
posición del bebé y con el agotamiento que puedan tener de espalda o muscular;
el bebé por lo tanto siente ese tipo de ejercicios y también los sentimientos
que le transmite la mamá, si ella está triste o contenta por ejemplo.
Cual sea el estado de ánimo de la mamá tiene que cantarle al niño, leer
poesía, escuchar música ambiental para que el niño este tranquilo y siga con su
desarrollo normal.
En este trabajo hablaré de la importancia
que se tiene que se realicen ejercicios de estimulación para los niños y tener
como resultado el correcto desarrollo de su lenguaje, así como también explicaré algunos ejercicios
que deben realizar los papás sin ocuparse tanto tiempo y que mucho le
beneficiarán al niño.
La comunicación y lenguaje del
bebé
Cuando
llega el primer bebé a casa ocurre una transformación en la vida de quienes
habitan en ese hogar, pues cuando los padres son primerizos no saben cuales
cuidados deben ser los más adecuados para el correcto desarrollo de su bebé,
pues algunas veces si son demasiado apremiantes con él, los niños pueden ser
muy dependientes y no querrán intentar las cosas por sí solos pues saben que
siempre está mamá o papá para hacer el esfuerzo por ellos; aunque también si
los dejan actuar solos, los niños recienten ese rechazo o falta de interés de
los padres, y pueden tener problemas cognoscitivos y motrices en el futuro.
Lo primero que se aprende como adulto al tratar con un bebé es conocer
los diferentes ruidos que emite el niño, llámese llanto, sonrisa, balbuceo o
distintos tipos de sonidos que hacen para expresar hambre, dolor, frustración o
cualquier tipo de necesidad que requiera.
Desde que el niño está en el vientre de la mamá, se les puede ir
hablando, cantando, leyendo un cuento etc. de esa forma ellos sienten ese
estímulo pues comienzan a moverse de posición, y al nacer reconocen la voz de
quien les hablaba. Es importante que las personas que convivan con el niño, le
hablen de modo que si estuvieran entablando una conversación con él, ya que
ellos desde los primeros meses de vida reconocen a las personas que están a su
alrededor de modo que si las personas le hablan alegremente ellos devolverán
una sonrisa y si se les habla con voz fuerte ellos pondrán cara triste o
frunciendo el ceño además de entrar en llanto.
En los primeros meses ellos comienzan a responder a nuestras pláticas
por medio de los sonidos guturales y poco a poco irán formando sílabas, que
mucho tiene que ver con la forma en que juntan los labios cuando succionan, por
eso en la gran mayoría las primeras palabras que pronuncia son mamá y papá. Al
término del primer año de vida es cuando los niños intentar imitar las
vocalizaciones de los adultos.
La importancia de las correctas atenciones
Como hemos mencionado que es de gran relevancia la forma en que se les
habla a los niños y que desde pequeños se le preste debida atención a la forma
en que se expresan en una conversación con los adultos; sin embargo la atención
que se tenga con ellos no debe ser obligarlos a que pronuncien correctamente
las palabras ni reprimirlos ya que solo obtendremos respuestas negativas, la
idea es que estemos a su mismo nivel y dejemos que aprendan a su propio ritmo
tomando en cuenta que todos los niños se desarrollan de manera distinta.
Se les pueden poner canciones de modo que ellos escuchen y conozcan
distintos sonidos que estén dirigidos hacia ellos y sean los adecuados, de ese
mismo modo al hablarles podemos hacer distintos gestos para que noten la
diferencia de la voz cuando cambiamos el aspecto de nuestra cara; también la
respiración tiene mucho que ver al momento que ellos desarrollan su lenguaje,
es por ello que podemos hacer ejercicios muy simples que le servirán en la
construcción de su vocabulario y que lo verán como un juego, como por ejemplo: hacer
distintos movimientos con la boca ya sea aventar besos, fruncir los labios,
distintos movimientos con la lengua, a soplar unas burbujas, agua, serpentinas etc. otro también puede ser
que intenten comer con la boca cerrada para que respiren bien por la nariz.
El
mayor beneficio lo obtenemos cuando se entabla una conversación, es por eso que
se recomienda que cualquier momento que estemos con ellos ya sea a la hora de
comer o de bañarse hablar con ellos; no hay que olvidar que los niños aprenden
las cosas imitando a los adultos, no
solo los movimientos si no las palabras también, tanto las que decimos y cómo
las decimos. En eso tal vez hemos observado a niños donde están hablando con
sus juguetes o regañando según como nos hayamos portado con ellos, o si
compartimos tiempo con ellos en el momento del juego podemos aprovechar para
cuestionarles que forma tiene uno u otro objeto, que el nombre de dicho objeto
lo mencione, o termine la palabra sin presionarlo, también que aprenda a decir
“sí o “no” por medio del juego. Se puede aprovechar también al comentarles las
acciones del día para que el niño relacione los objetos y los pueda ir
nombrando como la hora de comida o de dormir.
Ejercicios para la estimulación del lenguaje
La mayoría de los padres de familia modernos (que ambos trabajan) tratan
de compensar el tiempo que no están con sus hijos comprándoles los juguetes más
caros, los de moda, o los que al niño le llame la atención; sin embargo estamos
haciendo mal en eso ya que no estamos conviviendo con él y lo estamos mal
acostumbrando a que cuando crezca exija algún objeto y ya no vamos a poder corregirlo.
Cuando
son bebés se les puede poner alrededor de la boca mermelada o cajeta para que
ellos con la lengua traten de comerla y eso les ayuda a que puedan ir
ejercitando los movimientos para que no se les dificulte cuando vaya a decir
las palabras. Hay juguetes que sirven para la estimulación del bebé, tanto
motriz, como visual, sensorial y de su lenguaje algunos que tengan sonido de
diferentes animales para que el niño pueda imitarlos; pero no hay nada mejor, como que el papá o la mamá
conversen con él. Que sea un lenguaje hablado donde entablen una conversación
con él, aunque no entenderemos muchas palabras que quieran decir lo importante
es que el niño perciba que se le presta atención, también se puede hacer por
medio de canciones y haciendo la coreografía de la canción para que asocie el
niño la canción con los movimientos; de igual manera el lenguaje también se
puede relacionar con leer un cuento y aunque ahí serán diferentes sentidos con
los que se trabajen, como la vista el oído y la mente, lo importante es que
después de varios días de leerle el mismo cuento le cambiemos ciertas frases o
modifiquemos el final para que el trate de corregirnos y decirnos que parte es
la que sigue de la historia.
El lenguaje que se trate con el niño puede ser también visual donde solo
le hagan diferentes gestos faciales, para que el niño perciba lo que se le
pretende decir, podemos repetir junto con ellos las vocales, que son las
primeras que el menciona cada que balbucea.
Conclusión
Si
se pretende que los niños tengan un vocabulario claro y amplio, es importante
que los padres de familia sepan, que son los principales responsables de que
así sea, ya que aunque los tengan en una estancia o guardería y ahí los niños sean
más independientes, el afecto y los juegos tan sencillos y personalizados que
pueden hacer los padres le son de mucha ayuda y no les quita mucho de su
tiempo.
Hay
que recalcar que si no invertimos ese tiempo para ayudar a los niños en el
proceso de su aprendizaje vendrán los signos de alarma, que los podemos
detectar si vemos a los niños con alguna de las siguientes características:
·
Si
entre los 5 y 8 meses no intenta charlar o no se emociona cuando los adultos sonríen con el
·
Si
cuando tenga un año de vida no pronuncie sílabas como “pa-pa-pa”
·
Si
cuando el niño tenga casi el segundo año de vida y no diga palabras como “leche
o mamá”
Bibliografía
Apuntes de libreta
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